Cuando cambia la manera de vivir, cambia la manera de consumir.
Las personas están cambiando sus estilos de vida, priorizando la familia, los amigos, el tiempo libre, la comunidad, la vida saludable y la sostenibilidad. Un estilo de vida más equilibrado, estamos revaluando el modo en que vivimos.
Las personas se centraran en lo que verdaderamente les importa, su propósito. Lo que le da sentido a lo que hacemos y motiva nuestras acciones.
Este nuevo enfoque: “vivir con propósito”, cambiara nuestra manera de comprar.
Antes de decidir la compra, la pregunta: realmente lo necesito? aparece con más fuerza en la cabeza de los consumidores. Están muy racionales, más comprometidos con sus necesidades y cuidadosos con sus recursos.
“El descanso y el bienestar seguirán siendo los principales motivadores a la hora de comprar”.
Aquellos productos personalizados que se enfoquen en necesidades especificas, con diseño y rendimiento tecnico serán más atractivos para los consumidores, dado que las personas limitaran la cantidad de artículos que compren enfocándose en la verdadera necesidad.
Los servicios y productos multifuncionales y sencillos que pueden simplificar las rutinas y espacios tendrán un mayor atractivo, mientras que crece la popularidad de los productos de segunda mano.
Será clave entender en las tiendas que necesita el consumidor, en qué momento desea usar el producto, que motivaciones tiene para comprarlo, un evento, trabajo, sentirse bien, darse un gusto.
También será muy relevante que los asesores sean expertos sobre el producto que venden: “verdaderos embajadores de la marca”. Para poder asesorar a un consumidor enfocado, informado, consciente, sensible y racional.
Hasta la próxima.
Karina Garbarino – Directora CHED